Murió una mujer de 30 años por ingesta de pastillas en Reconquista

Murió una mujer de 30 años por ingesta de pastillas en Reconquista

Anoche, una mujer de 30 años falleció en el Hospital Central tras haber ingerido grandes cantidades de fármacos.

Alrededor de las 22:15 h, personal del Comando Radioeléctrico se constituyó en un departamento de calle Ludueña al 1400, en Reconquista. En el lugar se entrevistaron con Fernando Del Zotto, de 44 años, quien manifestó que momentos antes había encontrado a su sobrina, Leisa Daniela Maurencing, de 37 años, luego de ingerir una gran cantidad de pastillas. La mujer fue trasladada por personal del 107, pero finalmente falleció.

Luego, intervino el Departamento Científico Forense y médico Policial, y finalmente el fiscal de turno dispuso la entrega de cuerpo a sus familiares.

Maurencing se desempeñaba como bibliotecaria del Colegio San José, establecimiento que este jueves no dictará clases.

Para prevenir, hablemos de suicidio

En el 2021 se reglamentó en nuestro país la Ley Nacional de Prevención del Suicidio (Nro. 27.130), cuyos principales puntos son: establecer la reglamentación de la atención a personas en riesgo de suicidio y la asistencia a las familias, la capacitación profesional en la detección y atención y el abordaje coordinado, interdisciplinario e interinstitucional de la problemática de suicidio. 

  Según estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación, en nuestro país hay 1 suicidio cada 3 horas.   

 
 
El suicidio es un problema de salud pública que requiere un abordaje comunitario y responsable, y para esto es importante tener información al respecto:

  La persona que se suicida no desea morir. La persona que tiene ideas suicidas está transitando una situación de ambivalencia en su vida, es decir, desearía morir si su vida continúa de la misma manera, pero desearía vivir si se produjeran cambios significativos en ella. 

 
 
Se cree que el que dice o amenaza con quitarse la vida, no lo hace, sin embargo, la mayoría de las personas que se suicidan, hicieron saber el propósito de acabar con su vida. Toda persona antes de cometer un intento de suicidio evidencia una serie de señales que, de ser detectada a tiempo, puede ayudar a evitarlo. El suicidio no ocurre sólo por impulso.

El suicidio o intento de suicidio puede ocurrir durante un proceso depresivo o no. No hay una relación directa entre el sufrimiento que padece quien desea terminar con su vida y los padecimientos o enfermedades mentales.

Hablar con una persona sobre sus intenciones de matarse no incrementa la posibilidad de cometer suicidio. Dialogar sobre el tema reduce la posibilidad de cometerlo y puede ser una oportunidad para ayudar a quien está padeciendo.

Suele afirmarse que los niños no se suicidan. Sin embargo, una vez que un niño adquiere el concepto de muerte, puede cometer suicidio.

La tendencia al suicidio no es hereditaria. Lo que sí puede trasmitirse por medio de la educación, es la visión sobre el suicidio como una forma de solución a los problemas..

 

Para poder prevenirlo es importante:   

El reconocimiento de signos de alerta como ser el aislamiento, persistencia de ideas negativas, dificultades para comer, dormir y trabajar, llanto inconsolable y/o repentinos cambios de conducta.

Mostrar interés y apoyo.

Respetar las diferentes expresiones de sentimientos.

Estar alertas es una forma de acompañar y propiciar el diálogo, es compartir un momento. Tener información nos permite poder prevenir y acompañar de maneras más cuidadas. 

 Si detectas alguna situación de riesgo en alguna persona que conoces, es importante poder consultar a algún profesional que pueda orientar. El Ministerio de Salud de la Nación tiene una línea telefónica nacional y gratuita.

 Si vos o alguien que conoces está atravesando algún problema de salud mental, no dudes en comunicarte al
0800 999 0091,  
las 24 horas del día, los 365 días del año.